Las altas temperaturas que estamos teniendo en los primeros meses del año sumado a la falta de lluvias han dejado un clima más típico de primavera que de invierno. Esto ha propiciado que la plaga de oruga procesionaria se haya adelantado.
Hoy os contamos más sobre la plaga de oruga procesionaria.
Las plagas de oruga procesionaria
Normalmente, esta plaga suele producirse entre marzo y abril, pero que este año se ha adelantado al mes de febrero.
Cuando hace frío se resguardan en las copas de los árboles para estar protegidas y calientes, pero cuando la temperatura es buena comienzan a bajar para completar su ciclo biológico.
Explica Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA)
El principal problema de que se haya adelantado esta plaga es el hecho de que van a tener un período más amplio para reproducirse, cuya consecuencia directa es que el ciclo de la plaga de oruga procesionaria sea más largo. En lugar de tener esta plaga un par de meses, ahora van a ser más.
Si la temperatura es buena, las puestas de huevos serán mayores. Por ello es fundamental hacer tratamientos para limitarlas, porque de lo contrario su expansión puede ser exponencial.
Jorge Galván.
¿Cómo identificar la oruga procesionaria?
Con el comienzo de la primavera, o de los meses más cálidos es cuando las orugas bajan de los nidos y se mueven a sus anchas por el suelo, con el objetivo de enterrarse y protegerse para formar la crisálida y convertirse en mariposas.
Los nidos de la procesionaria del pino son muy fáciles de identificar en los árboles. Presentan el aspecto de bolsas de seda de color blanco, con forma redondeada, y podemos encontrarlas en las ramas más soleadas de los árboles, donde continúan su desarrollo y se protegen del frío.
Ante cualquier problema de plagas con las procesionarias de pino, ponte en contacto con el equipo de ISLAPLAGAS para que podamos tratar con esta plaga de procesionaria de pino.
